Ser un joven emprendedor no es nada fácil. Y no sólo porque para empezar hay que dar seguridad a los inversores y convencer a todo tipo de empresas y profesionales de la viabilidad del proyecto, sino porque hay que demostrar al mundo una capacidad de liderazgo que, en la mayoría de los casos, se creen imagen inexistente en una persona de 25 años.
Sea tu propia compañía o no, es básico que uno mismo se encuentre como líder en ella. Un líder joven necesita encontrar el equilibrio en la interacción con sus compañeros, que no suele ser fácil ya sean mayores o tengan la misma edad. Recuerda que tienes tus propias cualidades que aportas al equipo y que, aunque hay mucha gente que espera que su experiencia o conocimientos salten a la vista para sus compañeros de trabajo, no suele ser así. Una persona joven con un cargo de responsabilidad en una empresa será juzgada, por lo que tendrá que demostrar más a menudo qué puede aportar y qué ha logrado para merecer el respeto de los que le rodean.
2. Encuentra tu sitio de comunidad
Una vez te hayas dado a conocer en la empresa, ve un paso más allá. Trabaja para conseguir experiencia fuera de la oficina, a través de todas las sesiones de networking y ponencias a las que tengas la oportunidad de asistir. Las presentaciones o clases son una experiencia perfecta para ensayar y afrontar mejor las situaciones con clientes y compañeros de trabajo. “Cuanto más salgas y te vean, más nombre y reconocimiento conseguirás. La edad deja de ser un problema cuando has conseguido esa increíblemente importante validación exterior”, aseguró el CEO de HERO.
3. Aprovecha tus experiencias anteriores
El liderazgo no es algo que sólo se desarrolle en el mundo laboral. El colegio y la universidad son entornos en los que se pueden desarrollar también estas capacidades. Una vez estés en una posición de responsabilidad en el entorno laboral, simplemente tienes que trasladar lo que has aprendido en otros campos. Clases de debate, trabajos en grupo, o incluso talleres de teatro sirven para empezar a desarrollar técnicas para hablar en público y tratar con personas diferentes.
De hecho, muchos líderes desarrollaron muchas de sus capacidades siendo adolescentes o veinteañeros, aprendiendo asertividad y responsabilidad en clases de primeros auxilios o fraternidad y dinámica de grupo en el equipo de fútbol del colegio.
Tomado de: Marketing Directo